Estamos muy contentos por contar con la prestigiosa Rosa de Jericó como pastelería asociada para cubrir a domicilio la provincia de Valencia en su totalidad y por tanto con algo más de dos millones y medio de habitantes.
Entre sus especialidades destacar entre otras la Tarta Punta de Diamante, el Ponche Inglés, el Panquemado y la Torta Rellena.
La historia de la Rosa de Jericó arranca en 1890, en el pueblecito Turolense de la Puebla de Valverde, en una humilde familia numerosa, en donde uno de sus vástagos, con apenas trece años, llega andando a Segorbe, y encuentra trabajo de aprendiz en una confitería. Aprendiz que a base de esfuerzo y dedicación se convierte en experto, en maestro, y más tarde en el dueño del local que le acogió creando una familia a cuyos cuatro hijos, trasmitió su sabiduría y amor al oficio. Nacía la saga de los Jericó.
De esos hijos, el abuelo de Carlos, actual propietario y componente de la saga de los Jericó, se traslada a Segorbe a Burriana, Castellón y Navajas, y finalmente reclama su propia aventura en Valencia capital donde competirá con acreditadas confiterías del lugar. Calle de las Comedias, Calle de la Paz… a sus puertas se van deteniendo los valencianos y van degustando sus creaciones, y de esta manera La Rosa de Jericó se hace presente en las mesas y celebraciones de los Valencianos. Junto a él su esposa, Pilar Gamir y su cuñada Conchita ayudan con su buen hacer a que el negocio siga creciendo.
A la temprana e inesperada muerte de los abuelos de Carlos el padre de Carlos, con veinticinco años, se hace cargo de la tienda, siguiendo con éxito y permitiendo que la historia continúe.
Desde noviembre de 1983 se ubica en el número 14 de la calle Hernán Cortés.
Las recetas del bisabuelo de Carlos, en libras o céntimos, se han actualizado. De la experiencia acumulada surgen las continuas novedades pero no podemos abandonar esos productos que, como el mazapán, los de Todos los Santos, Turrones, Roscones de Reyes, Monas de Pascua y determinados pasteles nos siguen pidiendo desde esa gran familia formada por los hogares valencianos en los que estamos presentes.
Desde 2006, Mónica, la mujer de Carlos, se incorpora al negocio y le da un empujón definitivo a la actividad.
La Rosa de Jericó es una confitería-bombonería muy tradicional, pero innovadora y creadora. Su primer lema es la calidad, calidad y calidad….Trabaja con las mejores materias primas nacionales, a poder ser valencianas, elaboran y venden todos sus productos trabajando artesanalmente sin utilizar ningún tipo de producto químico, y trabajando con las mismas fórmulas de antaño, transformadas y adecuadas al tiempo actual.
Con los años la confitería ha ido avanzando y modernizándose, moviéndose en las últimas tendencias del ramo, innovando y creando sus propios postres.